La Ubi recibe su almohada avestruz

La ostrich pillow, lejos de ser un invento revolucionario sinó curioso, pasa a ser un elemento más en la ubi. Sirve para pegar una siesta sin que a uno le entre luz o ruido, la época no ayuda (verano), aunque en la ubi tenemos aire acondicionado. 
No es que vayamos a dormir al laburo, pero después de comer a uno le pica el sueño y ya se han oido varios ronquidos por ahi... sin acusar pero parece que el sueño se ha transformado en una nueva adiccion en los ubis.. a parte de comer... pero eso lo dejamos para otra entrada del blog ya que la comida merece un artículo grande. 
Por ahora nadie ha dormido con eso puesto, aunque hace menos de una semana que llegó a nosotros.. pero bue.. ya habrá oportunidad de levantar testimonios de felices avestruces (o ñandúes en nuestro caso) que descansan con la cabeza metida en un agujero esperando que las ideas vengan a la cabeza de uno a través de esos agujeros que captan alguna energía que entra directamente a nuestros parietales y a alguna zona de nuestro cerebro misterioso.O a alguna zona misteriosa de nuestro cerebro, o a alguna misteriosa zona de nuestro misterioso cerebro.

Ubicuña en Tacuarembó

Cuando la ubicuña sale de su hábitat natural puede pasar cualquier cosa.....
Luego de realizar unas extracciones de ADN de suelo, siguiendo la receta del kit DNA soil extraction. Logramos tener lo que queríamos con unas medidas de calidad aceptables. Fue bravo al principio ensuciarse las manos después de estar tanto tiempo entre las teclas.... pero la ubicuña no le teme a retroceder a sus actividades ancestrales. Por ahora todo fue un éxito.

La noche en Tacuarembó es tranquila, pocas cosas abiertas para ser miércoles... poca cosa... comimos un chivito para dos ($300) que no tiene nada que envidiarle a los de la Pasiva, Papoñita, o Il Mondo.... Y unas cervezas...
La primera opinión de la ubicuña acerca de la gastronomía Tacuaremboense es aceptable... esperamos ver más mañana al abrir la única cervecería artesanal de la capital de este departamento al norte del río negro.
Seguiremos informando y pensando que aportar a las ubicuñas que quedaron esperando en el cubil, algún pertrecho foráneo.